Asesinaron al jefe de la barra de Rosario Central, "Pillin" Bracamonte
Una muerte envuelta por la corrupción y el narcotráfico
POLICIALESPROVINCIA


Este sábado a la noche, muy cerca del Gigante de Arroyito, en la ciudad de Rosario, asesinaron a balazos al jefe de la barra de Rosario Central Andrés "Pillin" Bracamonte, en un hecho que conmocionó a toda la ciudad. Luego del partido que jugó Rosario Central contra San Lorenzo, el jefe de la barra fue atacado en cercanías del estadio, mientras se movilizaba junto a otro conocido barra, Daniel "Rana" Atardo, quien también resultó muerto.
El asesinato se enmarcó en una extraña situación, en donde la camioneta en donde se movilizaban Bracamonte y Atardo quedó atrapada en una congestión vehicular, momento en que aparece un masculino, quien se acerca al vehículo y dispara a quemarropa. Atardo murió en el acto mientras que "Pillín" fue trasladado por otro hincha al Hospital mas cercano, donde falleció producto de las múltiples heridas. Todo esto ocurrió mientras las luces de las calles estaban cortadas, y según testigos, la policía tardó demasiado tiempo en arribar al lugar.
Bracamonte ya había sufrido varias tentativas de asesinato, ocurriendo la última el pasado 10 de agosto, en el Parque Alem, en cercanías del Gigante de Arroyito, donde fue atacado a balazos cuando se encontraba con su pareja. En relación a este hecho y hace tan solo tres semanas, Bracamonte fue entrevistado y manifestó lo siguiente: "Cuando me dispararon en el parque Alem, Los Monos me ofrecieron hacer una cacería esa misma noche. Me ofrecieron diez autos con gente armada para salir a buscar a los que me habían disparado. Yo los paré porque no quiero volver a la cárcel". En esa misma nota, y a modo de presagio, aseguró "Si me matan, la ciudad se incendia".
Este asesinato pone nuevamente en jaque a la ciudad de Rosario, y el temor es tal, que ninguna cochería de la ciudad está dispuesta a velar el cuerpo de Bracamonte, que a dos días del hecho, aún permanece en el Instituto Médico Legal. Desde la Fiscalía aseguran que el crimen "excede el manejo de la barra brava y se extiende a otros delitos". Por su parte, desde el gobierno provincial esperan poder hacer frente a la situación y evitar que se reavive la ola de violencia en Rosario. Parece ser que este asesinato pone de nuevo en evidencia que la corrupción y el narcotráfico siguen mas vigentes que nunca y que a pesar de que el gobierno de Pullaro logró bajar la tasa de homicidios, el poder narco es incontrolable, y el temor por una nueva guerra sangrienta con Rosario como escenario esta mas latente que nunca.