“Hermanos del Sagrado Corazón” comparten otro polémico comunicado tras la detención de Pedro Ortiz

Las familias siguen sin recibir siquiera una disculpa

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7/31/20252 min read

A menos de 24 horas de conocerse la condena a 15 años de prisión para el "Hermano" Pedro Ortiz —acusado y hallado penalmente responsable de abusar sexualmente de cuatro niñas cuando era director del nivel primario del Colegio Sagrado Corazón—, el Instituto de Hermanos del Sagrado Corazón volvió a emitir un comunicado público.

En el texto, fechado el 31 de julio, la institución reconoce la sentencia judicial en primera instancia, manifiesta su “respeto” hacia quienes denunciaron y reafirma su “compromiso con entornos educativos seguros”. Sin embargo, el mensaje evita todo reconocimiento sobre los hechos ocurridos a la vez que omite cualquier pedido de disculpas a las víctimas, sus familias o la comunidad. Tampoco se menciona el profundo daño causado ni se asume responsabilidad por los años de silencio institucional. Recordemos que los abusos, según estableció el tribunal, ocurrieron en el ámbito educativo, precisamente en el espacio donde las víctimas debían ser cuidadas y protegidas, y por quien era en ese entonces la máxima autoridad del nivel primario.

Este nuevo posicionamiento se suma al primer comunicado emitido por el equipo directivo del colegio en julio de 2022, cuando comenzaron a circular las denuncias. En aquel entonces, se hablaba de una “campaña mediática” contra la institución, se negaban las acusaciones y se sugería que las denuncias eran producto de presiones externas o proyecciones ajenas al colegio. Tres años después, y tras un fallo unánime del tribunal que juzgó los hechos, el contraste entre ambos documentos alimenta aún más el malestar de las familias, que siguen esperando un gesto mínimo de empatía y reparación simbólica por parte de la institución que, durante años mantuvo silencia y se desligó de toda responsabilidad.

Además, el nuevo comunicado concluye invitando a “transitar este tiempo con serenidad, responsabilidad y escucha mutua" y afirma "conscientes de que el camino judicial no ha concluido”, una fórmula que, lejos de acompañar con firmeza a las víctimas, deja entrever una lectura ambigua sobre la responsabilidad del condenado.